Entrevista a José Ferrer, mediador colegiado
Según tu experiencia como mediadora de seguros, ¿cuáles son las principales ventajas para el cliente de usar vuestros servicios frente a otros canales de contratación?
El mundo del seguro se expresa de forma compleja. Multitud de cláusulas, condiciones y condicionados, leyes que van cambiando. Nosotros como mediadores procuramos dar una atención personalizada e independiente a nuestros clientes. Buscamos esa escucha activa que nos acerca a sus necesidades al igual que nos ofrece la manera en que mejor podamos traducir esa diversidad para hacer llegar el mensaje. ¿Ha probado de leer del tirón un contrato de seguro y su condicionado? Mano de santo para el insomnio. Bromas aparte y salvando las distancias, somos una ayuda en el camino para que el cliente llegue al mejor puerto. Y sobre todo, nos convertimos en un faro que le intenta guiar cuando se produce algún incidente, algún siniestro. En esos momentos más delicados para nuestros clientes, es precisamente ahí donde le ofrecemos una tranquilidad, una seguridad, una lealtad y un respeto. Creo que cuando el cliente encuentra un sitio que le acoge bajo esa circunstancia, automáticamente se convierte en la principal ventaja que le podemos ofrecer y ofrecemos. Lidiar directamente con una compañía de seguros, sin el asesoramiento y conocimiento de un mediador puede ser una contienda muy desigual. Por ello la formación continua es imprescindible en nuestro oficio. Y de igual forma, nos convertimos en los ojos y oídos de las entidades aseguradoras para conocer una opinión autónoma de lo que sucede a pie de calle.
Un mediador de seguros se caracteriza por la cercanía con el cliente, ¿puedes contarnos alguna anécdota?
Por mi dilatada trayectoria tengo muchas anécdotas y no sabría cual contar. Se me dibuja una mueca en la cara cuando me llama algún cliente para pedirme una copia de una póliza que ya no tiene con nosotros y soy yo quien le recuerda con quien la contrató. Cuando suena el teléfono y me piden mi consejo en algún tema ajeno al mundo del seguro. Esa proximidad para intentar solucionar sus problemas. Incluso, creo que de algún cliente conozco mejor la edad de sus hijos que ellos mismos.
¿Cuál es la parte más satisfactoria de ser mediadora de seguros?
La mayoría de las veces la realidad es sumamente caprichosa. Las cosas menos esperadas acaban teniendo un lugar en la cotidianidad de cada uno de nosotros. Supongo que una parte que hace grato nuestro oficio es cuando en previsión de una situación que el cliente no cree que deba cubrir, accede a nuestras indicaciones y ese seguro que no creía necesitar se convierte en la manera de minimizar un incidente y de poder continuar con su actividad económica.
Como profesional del sector, ¿qué te aporta el Colegio de Mediadores?
El Colegio es como el callejero de nuestro oficio. Aunque creo que hoy debería decir el google maps del mediador. Cuando de repente hay un cambio legislativo, una situación en la que no sabemos cómo avanzar, el colegio es ese amigo desinteresado que te ayuda a encontrar la mejor solución. Son de agradecer los esfuerzos y la dedicación en proporcionar formación, en dimensionar sus contenidos y en transmitirlos de forma distendida y amena. El Colegio se adapta a esta realidad cambiante elevando sus retos en beneficio de los Colegiados. Hoy por hoy es un orgullo formar parte del censo colegial.